Hace más de 15 años estamos comprometidos en generar nuevas oportunidades para los uruguayos, promoviendo principalmente la educación, la salud y la prevención.
A través de diferentes proyectos, buscamos mejorar la calidad de vida de personas en situación de riesgo y contribuimos a que niños y adolescentes conozcan y apliquen buenas prácticas de ciudadanía y uso de las nuevas tecnologías.
Fundación Los Pinos
Barrio Casavalle es una de las zonas con mayor vulnerabilidad social y económica en Montevideo, Uruguay. Allí, más de 13.600 personas viven en asentamientos irregulares, y de ellas unas 7.800 son niños y jóvenes menores de 24 años. A ello se le suman dos problemas graves: la deserción educativa, principalmente en educación media (donde sólo el 3% permanece en el sistema educativo) y el fracaso laboral; en muchos casos por falta de formación y de habilidades relacionadas al trabajo, desconocimiento de opciones de estudio adaptadas a sus circunstancias y falta de capacidad de proyección personal. Esto repercute en una bajísima o nula movilidad social.
Desde 1997 Fundación Los Pinos trabaja en la zona, brindando programas de calidad en educación y deporte para que niños y jóvenes puedan desarrollar sus talentos y habilidades, y alcanzar así un futuro basado en su potencial.
Desde 2011 Fundación Mapfre ha sido un socio fundamental en este camino. A través del proyecto “Una opción para niños y jóvenes de Casavalle”, 185 niños entre 6 y 18 años acceden a capacitaciones, actividades y talleres que buscan darle alternativas de valor que prevalezcan ante el riesgo de delinquir y el acceso a drogas; facilitando la igualdad de oportunidades en educación y trabajo.
En 2023, fruto de un rediseño de la estrategia, Fundación Mapfre implementó el proyecto LP Camp, que busca fomentar la permanencia de adolescentes en el sistema educativo y promover capacitación y/formación técnica y universitaria para su inserción laboral. El proyecto promueve que, desde edades tempranas, los adolescentes se conozcan a sí mismos, sus intereses, talentos, habilidades y personalidad y luego, en una segunda etapa, tomen conocimiento y experimenten en primera persona las opciones que ofrece el entorno académico y profesional. Un proceso de orientación vocacional satisfactorio colabora para que una persona elija el camino a seguir lo más acertadamente posible, reduce frustraciones en las elecciones profesionales y vocacionales, como también contribuye con la movilidad social y con alcanzar una mejor calidad de vida.
Paralelamente, durante más de 13 años, voluntarios de Fundación Mapfre se han acercado a brindar talleres y charlas para los estudiantes, padres y familias en general. Esta actividad de voluntariado ha sido fundamental, porque brinda a los chicos la oportunidad de tener contacto con distintas personas en temas relativos a su desarrollo personal y además colabora con las familias dándole contención y formación en aspectos educativos, laborales y de psicología familiar.