¿Cómo llegaste al mundo de los seguros y qué te motivó a seguir en este camino? Había culminado una etapa laboral y me ofrecieron la cobranza de unas pólizas de seguro. Acepté y así comencé mi camino en el mundo de los seguros, capacitándome. En pocos meses, MAPFRE me dio la oportunidad de abrir una oficina propia en mi ciudad.
¿Qué desafíos enfrentaste al ingresar a una industria considerada tradicionalmente masculina? Como mujer en la venta de seguros, enfrenté muchos desafíos al tratar con un público mayoritariamente masculino, ya sea al hablar sobre sus vehículos, casas, comercios, cultivos o maquinaria. Lo hice puerta a puerta, en la oficina y recorriendo campos, incluso manejando máquinas que ni siquiera sabía encender. Al reflexionar sobre estas experiencias, me doy cuenta de que quién no arriesga, no gana.
¿Cómo crees que ha evolucionado el rol de las mujeres en el sector de seguros? En los últimos años, las mujeres hemos encontrado un gran empoderamiento al creer en nosotras mismas, demostrando nuestra capacidad para atender y vender. Contamos con un sólido respaldo de supervisores y ejecutivos, tanto mujeres como hombres, lo que nos ha permitido desempeñar funciones tradicionales y ocupar puestos de liderazgo. Además, disfrutamos de la libertad para crecer personal, profesional y económicamente.
¿Cuál ha sido tu mayor aprendizaje en este camino profesional? Durante mi experiencia, he descubierto que la competencia actúa como un impulsor para el crecimiento. Sin embargo, considero fundamental tener plena convicción de que lo que ofrezco destaca por su calidad y servicio dentro del mercado asegurador. Es un orgullo para mí afirmar que mi enfoque se basa en esta premisa.
¿Qué es lo que más te apasiona de tu trabajo? Me apasiona no solo vender y atender a mis clientes, sino también establecer relaciones sólidas y duraderas con ellos. Disfruto brindando un servicio personalizado y enfocado en sus necesidades específicas, con el objetivo de superar sus expectativas y garantizar su satisfacción plena.
En MAPFRE decimos que te convertís en “Asesora”, pero es la gente quien te convierte en “Asesora de Confianza”. ¿Podrías compartir un momento en tu carrera en el que realmente sentiste ese vínculo especial con un cliente? He experimentado numerosos momentos a lo largo de mi vida, pero uno que se destaca como verdaderamente especial ocurrió en mi oficina y en mi ciudad durante el tornado que azotó Dolores en el año 2016. Ante una oficina devastada y clientes en necesidad, confiando en nuestra ayuda y respuesta, comprendimos la importancia de ser sus asesores de seguros.
¿Qué consejo o mensaje le darías a otras mujeres que quieren desarrollarse en el sector de seguros? Mujer, confía en ti y aprende en cada paso. Usa las redes de apoyo de una compañía de seguros confiable, especialmente en momentos inciertos. No temas cometer errores; cada tropiezo es una lección. Con el tiempo, te volverás más fuerte y resiliente. Tu valentía y determinación te guiarán hacia tus metas y tu verdadero potencial.
Si pudieras definir tu camino en MAPFRE, en una palabra, ¿cuál sería y por qué? Familia. Esa que ha estado y siempre estará presente en los momentos más hermosos y en los más desafiantes durante estos 27 años.