¿Cómo llegaste al mundo de los seguros y qué te motivó a seguir en este camino? Mi incorporación fue una decisión familiar tomada luego del fallecimiento de mi hermana, que fue la Asesora de Seguros fundadora de esta oficina. A partir de ese acontecimiento hubo que resolver quién continuaría con su emprendimiento en esta área.
Tomé el desafío sin conocer nada de seguros, y la verdad es que es un camino que te enfrenta día a día con personas diferentes, con diferentes necesidades que te exige ser dinámica, muy clara y precisa en los conceptos, a la hora de explicar el producto al cliente. Eso me gusta, me mantiene atenta, te colocas cada vez en su lugar, y te exige además una adecuación permanente por la variedad de productos que la industria del seguro maneja.
¿Qué desafíos enfrentaste al ingresar a una industria considerada tradicionalmente masculina? No lo sentí así, en lo personal no hubo que romper estructuras ni derribar prejuicios. Siempre he tenido fortaleza y resiliencia para enfrentar los desafíos que se me imponen, pero no siento que tuve que trabajar más para alcanzar mis metas, solo por ser mujer. Tengo confianza en mis propias destrezas y capacidades.
¿Cómo crees que ha evolucionado el rol de las mujeres en el sector de seguros? Creo que la mujer como género se adapta muy bien a este sector, porque se trata de entender y captar lo que el cliente necesita, así como también debes saber escuchar y tener cierta sensibilidad emocional por los temas que eventualmente se puedan dar, en especial al momento de un siniestro. La mujer percibe con mucha facilidad las señales emocionales y creo que tenemos una fuerte respuesta de protección y contención frente a los miedos o ansiedades que el siniestro genera al cliente. Por supuesto que, además, debes estar preparada y capacitada profesionalmente.
¿Cuál ha sido tu mayor aprendizaje en este camino profesional? En lo personal: me ha permitido la oportunidad de educarme y capacitarme en forma continua para mantenerme actualizada en tendencias y regulaciones en el comercio, la industria, la salud, la actividad rural. En la industria del seguro todos los temas se abordan para poder asesorar adecuadamente. En el ejercicio: comprendí el propósito o la finalidad de adquirir un seguro, algo que antes no estaba en mi conciencia. Para transmitir al colectivo al que te diriges, la tranquilidad que significa saber que tienes un respaldo y no estamos solos o desamparados en momentos difíciles, en primer lugar debes sensibilizarte tú misma
¿Qué es lo que más te apasiona de tu trabajo? Asesorar, orientar y ayudar. Aquí construyes relaciones duraderas con los clientes, ayudándolos a comprender sus necesidades de seguros y a encontrar las mejores opciones para cuidar su patrimonio.
En MAPFRE decimos que te convertís en “Asesora”, pero es la gente quien te convierte en “Asesora de Confianza”. ¿Podrías compartir un momento en tu carrera en el que realmente sentiste ese vínculo especial con un cliente? Cada día, cada vez que un cliente solicita mi asesoramiento y me escucha atentamente, le interesa mi opinión y mi consejo, me pregunta “¿qué harías tú?”. Es en esos instantes en que percibes cuánto estás involucrada en sus intereses y en su protección, y esa confianza no puedes defraudarla, es invaluable. Te la has ganado con muchos años de estar siempre al teléfono o en tu oficina para él, y debes cuidarla porque es lo único que tienes, es una inversión de mucho tiempo que da frutos sólo si eres cuidadosa, respetuosa y honesta.
¿Qué consejo o mensaje le darías a otras mujeres que quieren desarrollarse en el sector de seguros? Es un área de oportunidades que te permite desarrollo laboral y volcar tu talento, con la flexibilidad de equilibrio entre el tiempo de trabajo y la vida personal, porque te puedes permitir hacerlo de forma remota, si quisieras. Mujer – Seguros, es una linda combinación. Lo importante aquí, es que el género no sea nunca una barrera, sólo trabaja duro, dedícate, ponle pasión, y con ello podrás lograr todo lo que te propongas.
Si pudieras definir tu camino en MAPFRE, en una palabra, ¿Cuál sería y por qué? CORAZÓN, sin dudas. 1.- Este camino comenzó como te conté, con una mujer también, que emprendió puerta por puerta el desafío de generar su propia cartera de clientes, con solo el logo MAPFRE y su carisma convincente, le puso mucho CORAZÓN. 2.- Lo continué con el reto de lograr más y más, durante tiempos que fueron buenos y no tan buenos en nuestra economía nacional, pero en los que MAPFRE se sostuvo y “nos sostuvo”, con CORAZÓN. 3.- Este año es importante para mí, la oficina cumple 30 años gestionando la seguridad de nuestros clientes, de quienes confían en mí asesoramiento y dedicación, lo hago con mucha pasión, lo hago con CORAZÓN.