¿Cómo llegaste al mundo de los seguros y qué te motivó a seguir en este camino? Comencé trabajando con mi padre, quien fue corredor de BSE. Fue mi primer trabajo y poco a poco fui descubriendo que era mi vocación.
¿Qué desafíos enfrentaste al ingresar a una industria considerada tradicionalmente masculina? Nunca sentí una diferencia de género, particularmente, no me fue difícil ingresar en este camino.
¿Cómo crees que ha evolucionado el rol de las mujeres en el sector de seguros? La mayor presencia de mujeres en lugares de liderazgo y toma de decisiones le ha dado al sector una nueva visión, ampliando las posibilidades de crecimiento y desarrollo de nuevos productos.
¿Cuál ha sido tu mayor aprendizaje en este camino profesional? El cambio tecnológico ha sido un gran aprendizaje, tanto para mi vida profesional como personal.
¿Qué es lo que más te apasiona de tu trabajo? Poder asesorar y ayudar a los clientes a proteger su patrimonio y aquello que les interesa.
En MAPFRE decimos que te convertís en “Asesora”, pero es la gente quien te convierte en “Asesora de Confianza”. ¿Podrías compartir un momento en tu carrera en el que realmente sentiste ese vínculo especial con un cliente? En varias oportunidades, pero hubo un siniestro que me quedó marcado, ya que al ayudar al cliente a resolver todas las gestiones, con su agradecimiento por los trámites que realicé sentí ese vínculo de confianza, que perdura hasta el día de hoy.
¿Qué consejo o mensaje le darías a otras mujeres que quieren desarrollarse en el sector de seguros? Es una actividad que siempre requiere estar actualizada, ser profesional y demanda mucho tiempo, pero trae muchas gratificaciones.
Si pudieras definir tu camino en MAPFRE, en una palabra, ¿Cuál sería y por qué? Tranquilidad. Porque al momento que necesito siento el respaldo de MAPFRE, de sus representantes y colaboradores, cualquiera sea el sector.